En este post me voy a centrar en el turismo chino, y lo importante que puede ser para España, uno de los principales paises receptores de turistas del mundo (aunque turistas chinos… no podemos ser tan positivos). La reflexión surge de una noticia que hace unos días apareció en medios españoles: “Seducir al turista chino rico”. Básicamente la noticia decía que el ministro de exteriores español, José Manuel García-Margallo cree una “prioridad vital” ganar espacio en la región de Asia-Pacífico para fomentar las inversiones de las empresas y la promoción de la imagen de España, en base al aumento de turistas procedentes de China. Eso sí, se recalca, turistas de “calidad”. En otras palabras, chinos de poder adquisitivo alto, así como turismo de empresas (incentivos, congresos…).
Si nos quedamos sólo con esa lectura… pues creo que a todo el mundo nos parece bien ¿no?. Es como si te dicen, España vive del turismo, ¿Quién son los potenciales turistas que gastan más?, los chinos. Por lo tanto, a “seducir al turista chino rico”. Una idea genial sobre el papel, pero diluida en la práctica, ¿Cómo los seducimos?. Según el ministro de exteriores mediante la mejora del servicio de los consulados españoles en China (esto no es novedoso), cambiar el modelo de sol y playa por el cultural y el de shoping (tampoco es novedoso, y todo el mundo sabe que a los chinos no les gusta tomar el sol), y aumentar el intercambio de visitas de Estado de altos cargos (esto llevamos 19 años haciéndolo, es decir, no es novedoso). Por lo tanto, ¿Hay algo novedoso en este planteamiento?. No.
Estoy escribiendo estas líneas y me viene a la cabeza una cita, que con los años se está convirtiendo en una profecía, que dijo el ex ministro de exteriores Josep Piqué, y actual presidente de Vueling, en unas jornadas de turismo asiático organizadas en Barcelona por Casa Asia. Más o menos Piqué dijo a la audiencia algo así como que “espero que dentro de 1 año no estemos hablando de que para mejorar el turismo chino debemos mejorar el tema de los visados, cambiar el modelo de sol y playa y mejorar las conexiones aéreas”. ¿No es exactamente lo mismo que propone el actual ministro de exteriores? Pues entre uno y otro han pasado cuatro años señores y señoras.
Con todo esto ustedes se estarán preguntando, ¿A dónde quiero llegar?. Pues justamente a la paradoja que con el turismo chino NO avanzamos. Tenemos muy manida la radiografía, pero no nos atrevemos a afrontar el reto de verdad. ¿Por qué? porque el reto implica entre otras cosas dejar de priorizar mercados turísticos tradicionales, como el europeo, acostumbrado al sol y playa. Por no hablar de que para mejorar la imagen de España en China pasa por una inversión astronómica en marketing y publicidad en medios de comunicación chinos, y de actividades bilaterales que tendrían que realizarse no sólo a nivel político, también económico, empresarial, cultural y social.
Lo positivo de esta noticia es que parece ser que el nuevo Gobierno español ya empieza a girar su mirada a China, y en especial el ministro de exteriores, quien en su discurso de investidura situó a China en la quinta prioridad de su política exterior, por detrás de Europa, América Latina, Estados Unidos y Magreb (selección polémica que suscitó mi editorial en la revista Global Asia). Si queremos que China nos tome en serio, pasa por que nosotros primero nos tomemos en serio a China. Ya es hora de solucionar el tema de los visados (Francia lo hace), las conexiones aéreas (sólo Air China tiene vuelo directo) y la imagen de España en China (gracias Ferran Adrià por dejarte caer estos dias por Beijing). De lo contrario, no lograremos el objetivo marcado por el anterior ejecutivo de conseguir que en 2020 lleguen 1 millón de turistas chinos a las ciudades españolas.
Foto: Miguel Ángel Pérez, Turismo Valencia
